jueves, 22 de septiembre de 2016

Una vez...



Una vez, una sola vez,
El agua entre mis palmas,
La sombra de la higuera sobre mi casa
Una vez, una sola vez,
El agua en mi lengua, el resplandor del sol
Entre mis dedos.
He vivido, pase lo que pase,
Este momento de aire y de luz,
Esta plenitud de sed.

 Liliane Wouters

jueves, 15 de septiembre de 2016

Al final del amor...


Al final del amor está el amor.
Al final del deseo está la nada.
El amor no tiene comienzo ni fin.
Él no nace, resucita.
Él no encuentra, reconoce.
Él se despierta como después de un sueño
donde la memoria ha perdido las llaves.
Se despierta con los ojos claros
y se dispone a vivir su jornada.
Pero el deseo insomne muere con el alba
después de haber luchado toda la noche.
Algunas veces el amor y el deseo duermen abrazados.
En esas noches se ven la luna y el sol.

Liliane Wouters
Giarrano

jueves, 8 de septiembre de 2016

Todo está en la infancia...



Todo está en la infancia, 
hasta aquella fascinación que será porvenir,
que sólo entonces se siente
como una conmoción maravillosa.

Pavese
Anker

sábado, 3 de septiembre de 2016

Las sombras anteriores



Aquel brillo asustado de tus ojos, cuando la tarde
derramaba su cansancio sobre la ciudad.
Aquella impotencia del deseo, del amor amenazado,
oprimido por un peso ajeno
a nosotros, a nuestra fuerza, a nuestra
capacidad para arrodillarnos ante el dolor.

La luz cayó sobre tu piel, dejando
en ella un sabor dorado, un halo de dulzura sin historia.

Pero luego el recuerdo aproximó sus redes
y el pasado alzó sus voces enterradas.

No había nadie. Sin embargo,
una impensada presencia, un implacable
mandato de regreso a los orígenes
se impuso de repente.

                                        Cuando llegó la noche
se nos hizo difícil avanzar por las calles,
dirigir nuestros pasos hacia el lecho
en el que convivían el fuego y el olvido.
No era posible decir las palabras de siempre,
pronunciar los augurios de cada día.
Porque tu país nos llegaba a través del olor de la lluvia,
y el tiempo se negaba a ser piedra sin fecha,
camino detenido, huella leve.

Las tierras lejanas que yo había visto
se agolparon de pronto delante de cualquier sonrisa,
y se detuvo el aire de la madrugada,
y comenzaron a despertarse en mi memoria
las temidas imágenes, los avisos
de una costumbre que no me había abandonado,
que defendía su antigua conquista.

Tuvimos que olvidar los círculos recientes,
las aproximaciones asumidas, los sabores
de la oscuridad deseada, de las cálidas luchas.
Y vimos cómo iba creciendo la sombra junto a nuestro
                                                                             abrazo.
Y cerramos los ojos porque teníamos miedo.


 Eloy Sánchez Rosillo
Related Posts with Thumbnails