sábado, 17 de abril de 2010

La casa vacía


Abre la puerta y da la luz.
Es ya muy tarde,

y sabe que en su casa nadie lo espera.

Todo
sigue en su sitio y el silencio pesa

sobre las mudas cosas que le ignoran.

Va de aquí para allá, por el pasillo,

por las vacías habitaciones,
y no sabe qué hacer,
por qué esta noche
está tan lejos todo.
Coge un libro.
Pasa un rato leyendo.
Luego, escucha con desgana una música.
Mientras, la madrugada avanza lentamente.
Acaso alguna rosa
de ese florero
que hay sobre la mesa

deja caer sus pétalos marchitos.

Eloy Sánchez Rosillo
Pintura: Alexei Antonov

7 comentarios:

RITMO RANCIO dijo...

Bello poema para esa casa vacía y sin embargo tan llena de esperanza...
Un saludo musical

ana maría parente dijo...

Que espantosa es la soledad ,la vida de las cosas detenida en el silencio hasta el infinito de aquellos que las amaron y ya no están.
Pero si hay rosas que caen alguien las puso ,alguien es o piensa en el futuro en ese páramo de soledad.

Clarice Baricco dijo...

Poema que duele en un sábado de lluvia.

Bebo los poemas que publicas.

Un abrazo fuerte.

Pescadora de Perlas dijo...

Sólo queda la soledad del recuerdo. Bello y triste a la vez.

Beso y buen fin de semana Beatriz.

Ana dijo...

El peso de las horas y el estruendo del silencio por compañía... Me aterra la soledad.

Beatriz, me enseñas a interpretar las cosas...Seguro que lo que un día desespera, al siguiente se vuelve bendición y, seguro también, que tiene hermosas plantas en su patio. Así es feliz y pretende ignorar a quien le ame.

Beatrice dijo...

La soledad, la terrible soledad, está en mis peores pesadillas.
No quiero quedarme sola y llegar a una casa vacía como la del poema.

Elvira dijo...

Si estás tú, la casa no está vacía, tú la llenas. Sé de lo que hablo.

Besos, amiga

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